viernes, mayo 26, 2006

Sólo un "adios"...

Y como todos los amores que empiezan ... su final se convierte casi siempre en un castigo.
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Son las 3:30 de la tarde, hay un solazo, el ambiente está muy caliente… pero tengo tantas ganas de fumar… para variar, hago parar el cigarro en una esquina de la mesa y también para variar está Sabina en el winamp. “…Deja el abrigo y ven hay sitio para los dos y nada va a pasar que no queramos tu yo…” canción que me entra por las venas como cuando te aplican suero…

Una frase que siempre he oído repetir a mucha gente “Carmencha, lucha por él”, hahaha siempre que la oí me causaba gracia, pues imaginaba desenvainar la espada y matar a las rivales… como en tiempos anteriores, si alguien quería a una mujer, se batía en duelo a muerte. Imaginaba contar 10 pasos y voltear a disparar, o aliarme con un bando para empezar una guerra… haha “lucha por él”. Creo que estos tiempos no están para frases como esa… o en todo caso, no tengo ni la menor idea de cómo se lucha por alguien. Lo cual me parece sumamente complicado y jodido y una de las cosas que me caracterizan es la cobardía y el mejor camino “para mi” es simplemente dejar pasar todo, rendirme de ante mano o mucho mejor, dejar que alguien “luche por mi”.

Al menor síntoma de duda, me rindo; al menor síntoma de problemas, huyo; al menor síntoma de desamor, olvido.

Repito la canción de Sabina, porque esa me hace sentir muy mal, por todo lo que significa para mí. Necesito oírla mientras quiero escribir lo que ahora necesito escribir. “… Ya se que no me amas ni yo a ti, para qué me lo vas a repetir. Las palabras no son más que un oscuro antifaz, una manera de disimular tu ansiedad…”

Hoy decidí poner un punto final a todo, no sé si hago bien o mal, no sé si quiero hacerlo o no, sólo sé que sentí un poco de duda y es mejor rendirme… es mejor ahora que duele un poco, porque después dolerá mucho más. (Qué cómoda y cobarde salida).

Buf… necesito repetir nuevamente la canción, “… Si quieres irte ahora, bajo a abrirte el portal, perdí ya tantas noches, una más qué mas da…”

En este momento estoy materializando un dolor interno. Esos dolores que bien podrían llamarse espirituales, dolores del alma, o como a muchos les gusta, “dolores del corazón”. ¡Vaya!, sí que duele. No sé dónde, no sé cómo, pero me está doliendo y mucho. Deberían inventar pastillas para ese tipo de dolores; una para el dolor del alma, otra para el dolor de corazón… tomarla y esperar 10 minutos para sentir mejoría… pero aún la ciencia no ha avanzado a ese nivel… así que (como decía Sabines), “me receto tiempo”, sí, me receto tiempo para aliviar esto que me está molestando mucho, esto que no me deja comer, esto que me impide dejar de prender un cigarro cuando aún no se ha acabado el otro, esto que me llena la mente y el cuerpo, esto que me impulsa a decir: “Al carajo el mundo entero”…

Espero curarme pronto y me receto tiempo, pero no soledad… me receto silencio, porque las mejores palabras de amor, están entre dos personas que no se dicen nada… me receto cigarrillos, me receto no verte, no saber más de ti. Y el remedio más fuerte… me receto el olvido.

martes, mayo 23, 2006

¡Plop!

Y aquel día, previo a la resaca:
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Carmencha, salgamos sólo mujeres, así la pasamos mejor...

Y yo decía: hm... el problema es que ustedes no saben beber sólo entre mujeres... no sé por qué siempre necesitan varones que les pongan las chelas, que las saquen a bailar, o que les estén diciendo lo bellas que están.
No, esta vez sí salimos solas y no dejamos que nadie se nos acerque.

Bueno, bajo esa condición, está bien.

Ya en la peña: ¿Carmencha, te fijaste que lindos tipos hay por allá?....
Hm... psssi, pero tienen cara de querer acercarse, mejor no los miren.

Al rato: ¡hola nenitas!, ¿qué hacen tan solitas? Y bla, bla, bla... (uno para cada una)

Después, todas muy ocupadas... y yo algo molesta. (Pobre el tipo que se me acercó, de hecho, parecía más serio y más maduro). Intentaba hacer conversación, a lo que yo me mostraba arisca.
Al querer hacerme el habla, dijo: el que está conversando con una de tus amigas es el comandante tal... y me hizo la pregunta: ¿Qué piensas de la policía? (vaya pregunta, me estaba dando municiones para renegar más).
Le dije exactamente lo que pensaba de ellos: que para mi, policías, militares y terroristas son la misma porquería; que eran unos “tragamonedas” en el camino, ladrones, prepotentes, soberbios, ignorantes y muchos etcéteras... (Pensaba dentro mío: ¡éste debe ser el guardaespaldas del tombo ese!)

Él sonreía complacido con mis respuestas y más aún, con mi ira. Luego se hizo un poco amena la conversa ya que él también opinaba lo mismo que yo.

Un par de horas después, se acercan dos tipos y con un saludo de tombo dicen: ¡Permiso mi General, tuvimos que mover el vehículo porque hay mucho tráfico!

¡PLOP!
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domingo, mayo 21, 2006

Medio día...

El plato del día: "Resaca fulminante a la olla"

Preparación:

Echar un tanto de Sabina a la olla, un par de cigarrilos al gusto, un poco de café para que no salga tan seca la cosa. Dejar reposar un poco, mientras tienes la mirada perdida en algún punto y el cerebro como un papel en blanco, o sea (neuronas durmiendo).
Mezclar la preparación con la resaca y adornar el plato con algo de Benedetti.

Servir en platos pequeños para no pecar de gula.
Y aquí va el suculento plato:

VICEVERSA
Tengo miedo de verte, necesidad de verte,
esperanza de verte, desazones de verte.
Tengo ganas de hallarte, preocupación de hallarte,
certidumbre de hallarte, pobres dudas de hallarte.
Tengo urgencia de oírte, alegría de oírte,
buena suerte de oírte y temores de oírte.
O sea, resumiendo estoy jodida y radiante,
quizá más lo primero que lo segundo y también viceversa.
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viernes, mayo 19, 2006

¿Por qué lo hice?

A ver si esta vez me dejo entender...
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Cuando tenía 8 años… mi pasatiempo favorito era comprar cosas que escogía muy bien para mi mamá; quería adornarla, quería que fuera la reina de mi mundo. (En mi pequeño y limitado mundo, pensaba que ella se daría cuenta de lo mucho que la quería, cuanto más sacrificaba mis propinas por ella). Mi mamá ocupada todo el espacio que tenía en mi mente, en mi corazón, y en todos los órganos con que se pueda querer… Mi peor castigo era pensar en que algún día mi mamá iba a morir. ¡Dios!, qué castigo era aquello; me destrozaba toda tan sólo de pensar en eso, se me escarapelaba el cuerpo, me quedaba absorta y aterrorizada.

Un día caí enferma, estaba en cama, al parecer estaba algo grave, tenía mucha fiebre y cuando desperté, tenía al lado a mi mamá, con su mano en mi frente, muy triste y preocupada a punto de llorar. Cuando de pronto, sin más, le pedí que no me dejara, que no se muriera nunca, entonces ella me dijo, “si tú no me dejas, yo no te dejaré”. ¡Vaya!, fue uno de los días más felices de mi vida. De hecho, (Si mal no recuerdo), experimenté cierta mejoría en ese mismo momento.
¡FIN!

Al ir envejeciendo, fue “madurando” el modo de amar a mi mamá. Yo fui olvidando aquella promesa que le hiciera, hasta hace unos días.
(Antes del día de la madre), un amigo me llamó y fui a visitarlo, estaba sólo con su hija (para variar, porque su madre estaba haciendo “vida social” en su trabajo, sabiendo que su hija estaba enferma), entonces él apenado me dijo que su hija estaba enfermita, que le disculpara y me llevó a verla. Obviamente estaba en cama, semidormida y con fiebre. Le cogí la manito y le susurré al oído que durmiera; despertó y de un salto me abrazó gritando ¡Mamáaaaa!. (Su fiebrecita le impedía distinguir que yo no era su mamá, pero por lo visto era mucha su necesidad de ella)… entonces se me vino a la mente aquella escena en que yo era la enferma.
Obviamente los tres rompimos en llanto, hehe.

Como verán, no ataqué a las mamás de ustedes, no los ataqué ni a ustedes mismos. Es más, sé que cada una de esas “madres”, tienen sus motivos para ser lo que son, cada uno sabe qué hace de su vida y por qué lo hace. Sólo me sentí dolida porque muchos niños necesitan a sus madres y ellas no están (y reprocho la idea de engendrar para luego abandonar).
Un viejo (arriba de los 20), hace su mundo de algo, ya sea del amor, del dinero, del alcohol, de su familia, etc, etc, pero un niño, el único mundo que tiene son sus padres (porque dependen de ellos). Pero estoy convencida de que si ellos tuvieran la capacidad, el raciocinio y el criterio suficientes de calificar a sus padres, muchos les putamadrearían. (Es sólo que son niños y muchas veces no entienden por qué su mamá llora a medianoche cuando su padre se quedó en la oficina trabajando con su secretaria; no saben por qué el papá hace cuanto puede para no demostrar que está jodido cuando la mamá tiene que vivir con otro señor porque trabaja con él y tuvo que dejarlos solos).

Aún así, cada uno de esos padres y madres, tienen sus motivos, tienen sus razones, disculpas, pretextos y excusas para hacer lo que hacen. Tienen sus propias historias y es que: CADA UNO ES EL PROTAGONISTA DE SU PROPIA PELÍCULA.

domingo, mayo 14, 2006

¿Día de la madre o de las que engendran?

Una madre ¿es más o es menos que una mujer? En ese altar enigmático en el que se las sigue poniendo a las madres, ellas están ahí como la última reserva del amor incondicional y la abnegación. Las mujeres han cambiado y las madres también. Trabajan, estudian o compran comida hecha. Lo que permanece intacta es la idea de que la madre todo lo da (y todo lo cobra).
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"Madre sufrida", "madre abnegada", "madre sólo hay una"; son frases que comúnmente se oyen en estas fechas. Todos, entonces, se acordarán de sus madres, de esa madre de tradición, aquella señora dispuesta a dar la vida por el hijo, capaz de quitarse el bocado de la boca para dar de alimentar a su descendencia, extinguiéndose ella misma como persona, y sobre todo como mujer.

¡Vaya!, hasta hace un par de años atrás, yo creía en eso, (en el día de la madre), porque esa imagen nos venden los anuncios publicitarios de radio, de TV, en los colegios, en las tiendas, en los libros… todos hacen alusión a esa fecha, pero todos adorando a un tipo de madre que está en extinción (si es que no se han extinguido ya). Tradicionalmente se entiende el día de la Madre como una fecha para santificar a esa madre sacrificada, regalándole “una sartén, un juego de ollas y comer lo que ellas deliciosamente cocinan para ese día”, y todo esto lo asumimos como un mandato, porque todos los medios de comunicación y la sociedad nos hinchan las pelotas con que “así tiene que ser”.

Cuanta gente se ve celebrando el día de las madres en este mes de mayo. Cada año se abarrotan los centros comerciales de gente queriendo encontrar un regalo para su progenitora. El comercio difunde la idea que le produce más dinero: una madre abnegada, tierna y que da su vida a cada instante por sus hijos. Una madre que es escucha y guía, que aconseja y da apoyo para que sus hijos vayan por el camino correcto. En el mes de mayo, la publicidad nos cuenta historias tiernas de las madres y nunca se oye hablar del otro lado de la medalla. Nunca, en el mes de mayo, se oye hablar de esos niños abandonados por sus madres; nunca se oye hablar de madres descorazonadas que no se preocupan por sus hijos caídos; no se dice tampoco de niños que a la edad de un año tienen que aprender a vivir sin el cuidado de ellas; no se dice que una madre pueda decirle a su hijo pequeño: “por tu culpa he dejado de ser mujer”, “no tengo tiempo”, “estoy trabajando para darte de comer”, o peor aún, “tengo compromisos más importantes”. ¿Quién va a comprarle flores o regalos diversos a una madre que tiene compromisos más importantes que sus hijos? Por eso se habla solamente de la madre abnegada, para vender, y para vender y obtener ganancias se santifica tanto a la madre.

La madre moderna, o modernista, es la mujer frívola y tentadora que ya no sabe ser madre. Una mujer, puede ser de igual manera que un varón, corrupta y corruptible por naturaleza. Mujeres con hijos, dejadas, deshonestas e inmorales, totalmente desamoradas y despojadas de ese “sentimiento maternal”, quienes se sienten “madres”, sólo en fechas como éstas. Mujeres que sólo por temor y desesperación se atreven a engendrar hijos; hijos que luego con mucha razón dirán ¡PUTA MADRE!.

¿Cómo rescatar el valor de la palabra “madre”?, y no, no estoy juzgando, no estoy cuestionando, no estoy desmereciéndolas, y tal vez, ni siquiera deba hablar de esto. (Puesto que no sé lo que es eso).

Pero, en este mes de mayo, por primera vez, me sentí culpable y decidí bajar del altar a muchas madres y rendirle un pequeño homenaje a muy pocas personas que realmente cumplen con el significado de esa palabra: estas cuantas líneas son para ti Trafa, (que eres madre y padre para tus hijos y no me cansaré de decirlo, a pesar de ser todo lo mierdoso que eres, reconozco que no conocí a mejor madre y padre que tú); a ti Pepito, que sientes por tu hija por dos y das por dos; a ti Nancy, que no te dejaste vencer aún estando sola contra el mundo y sólo por tu amor a tus hijos; a ti Juampi, a ti Tato, a ti Alf, a ti Carito, a ti Gloria, a ti Luz, a ti Eva, y a alguno que otro que no nombraré por razones obvias. FELÍZ DÍA DE LA MAMÁ a ustedes, geniales varones que hacen de madre y padre y a ustedes, geniales mujeres que tienen muy presente la palabra “mamá” en todo el amplio sentido de la palabra. Las primeras victimas, quizás por el sacrificio.
Hoy no festejo yo a las que engendran, pues este día me hace pensar en ustedes.

Y MUY FELIZ DÍA MAMITA MÍA ^_^.

miércoles, mayo 10, 2006

El Principito...

Lo escencial es invisible a los ojos... "sólo se ve bien con el corazón"
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Por razones algo “fuera de lugar”, hoy recordé una curiosidad de hace tiempo… ¿cómo imaginas al amigo del Principito, “El aviador”?

En uno de los capítulos, se da esta conversación entre El principito y su amigo El Aviador:

Si un cordero se come los arbustos, se comerá también las flores ¿no?– dijo el Principito
-¡No!, !No! Yo no creo nada! Te contesté cualquier cosa para que te calles. Tengo que ocuparme de cosas serias.
Me miró estupefacto.
-¡De cosas serias!
Me miraba con mi martillo en la mano, los dedos llenos de grasa e inclinado sobre algo que le parecía muy feo.
-¡Hablas como las personas grandes!
Me avergonzó un poco. Pero él, implacable, añadió:
-¡Lo confundes todo!…!todo lo mezclas!…


Recuerdo que la primera vez que leí “El principito”, estaba algo joven y no me perdía ni un solo capítulo de “Los años maravillosos”. Veía al papá de Kevin Arnold siempre arreglando su carro y con las manos llenas de grasa de aceite…

Entonces, asocié lo que leía a lo que veía. Por eso, imaginé que “El aviador tenía el aspecto físico del Papá de Kevin Arnold.
Y como los tiempos cambian, hoy me eché en la cama con mi sobrina de 8 años y le estaba leyendo aquel genial librito, hasta que me preguntó: ¿tía, cómo es su amigo aviador del principito?, (sonreí por aquella curiosidad de ella, semejante a la mía), entonces le respondí: bueno, con lo que he leído hasta ahora, asócialo a alguien que tú quieras. Bueno, ¿a quien crees que se parece?... luego de un momento que se quedó pensando en silencio, me dijo muy contenta ¡A Ben Affleck tía! ¬_¬.


domingo, mayo 07, 2006

Domingo...

Con una canción...
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Mientras estaba sumida en mi tarea y sin darme cuenta pasaban por mi mente recuerdos fugaces, de esto y lo otro, recuerdos torcidos y amables, buenos y malos y sobretodo, con mi cabeza saturada de alcohol. Cuando "de pronto corre en el winamp una canción: (Regresa a mi)”, que me sacó de aquel trance de recuerdos para hacerme notar que no recordaba nada, que ya no recuerdo nada, que ningún recuerdo tiene especial relevancia ahora y que nadie va a regresar.

Es curioso o triste más bien, pillarte un día sintiendo que esperas el regreso de alguien y en ese momento, con una canción te das cuenta de que nadie va a regresar (o que no hay nadie quien deba regresar); que estás acurrucada pensando que hace frío y notas tus manos demasiado calientes; que quieres agua y no tienes sed; que estás comiendo una hamburguesa y no tienes hambre; que tus recuerdos habían fijado a alguien en tu mente y que al volver a verlo se esfumaran esas fijaciones mentales por un leve vientecillo; que tu mente (o corazón) estaban llenos y al querer saber de qué, descubres que sólo eran sombras sin sentido, así como cuando tu disco duro se llena de archivos temporales: ocupan espacio pero de nada... que triste... “espacios ocupados por nada, por una nada que satura todo”

Y más canciones se entrelazan y guiñan, o quizás sólo será que en mi mente las asocio a ciertos tiempos de mi vida. Esta noche quiero dormir y soñar mucho, porque he sentido “la levedad”, esa insoportable levedad del que Kundera habla (sin llegar a extremos, por supuesto).
Desearía que las sensaciones y sentimientos quedaran siempre en un lugar de nuestros corazones y al pasar el tiempo, no hubiera nada capaz de removerlos para que no dejen espacios vacíos. Un lugarcito donde se guardasen intactos y puros los primeros deseos y los segundos… y los terceros.

Ahora estoy observándome desde algún lugar, con un cigarrillo que trato de parar a un lado de la mesa para continuar escribiendo; autocensurándome por esta inexplicable sensación de vacío y tranquilidad al mismo tiempo, sabiéndome nueva esta noche por haber dejado atrás el pasado que llevaba a cuestas y por la excesiva soledad que me acompañará estos minutos que me quedan para acostarme y dormir; minutos que están llenos de vanos intentos de detener el pasado como en una fotografía. Trayendo a los fantasmas del pasado, a los que quise y dejaron huella y a los que habitaron por aquí a quienes no supe asirme y a quienes pasaron fugazmente como pasan los amores de colegio. Y luego, ¿por qué no?, mis sueños y mis vanidades, mis mentiras y mis verdades, mis deseos, mis ganas de entender a los nómadas que pasan por este blog, a quienes trataría de explicarles la soledad de esta noche…

Noche de domingo con preguntas y respuestas, con canciones y cigarrillos, con pasados, presentes y futuros, con dudas y temores, con ganas de ayer... domingo con calma poca ;_;