lunes, noviembre 27, 2006

Con "R" de Rafa...

Y vamos con "Abolir" ... parte III
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La cultura nunca ha servido para enriquecerse, aunque esto es bastante relativo, puesto que los escritores sí se hacen ricos por sus creaciones... hm... quizá el lamento de la pobreza es que en momentos en los que vivimos, la lingüística como que no tiene mucho que hacer ante el pragmatismo de la época. En la lógica actual lo que dices Rafa, resulta cierto, lo que no quiere decir que sea una excusa…

El principal problema de nuestro tiempo, no se debe a nuestra maldad moral sino por el contrario a nuestra ignorancia, “menudo” mal peruano; a nuestra ansiedad por mejorar el mundo en que vivimos, pensando que la solución a todos nuestros males, sería el dinero (e inventamos muchas y nuevas formas de corrupción para obtenerlo porque no tenemos la educación suficiente para hacer otra cosa que engañar). Nuestras guerras son fundamentalmente guerras monetarias, son guerras entre grupos que compiten sobre cómo establecer un juego mejor, o un engaño mejor… un monopolio donde el que tiene más, quiere más y nuestro entusiasmo moral es a menudo mal dirigido, porque no nos damos cuenta de que nuestra educación es limitada y que esto generalmente es difícil de aplicar a las más simples situaciones humanas y políticas, por eso es que no sabemos cómo salir de la pobreza y cómo actuar frente a ella. Como siempre, tan acertado Fidel, decía: “Una revolución sólo puede ser hija de la cultura y las ideas”.

Estamos en proceso de definición, la sociedad peruana esta madurando, caen ciertas reglas y se erigen otras pero luego por la dialéctica tendrá que venir un tramo "plano" en el que la gramática tenga alguna mejor importancia (aunque pienso que todo debería empezar con la educación), no lo sé. Estamos en un nuevo proceso de acumulación, aún no sabemos con precisión hacia dónde vamos; estamos muy enfrascados en temas que tienen siglos, como la pobreza, la desigualdad, la corrupción (y localmente, la violencia política de los 80’); y es precisamente porque se cree que las putas no necesitan de la lingüística para hacer sexo oral o un narco ganará más que yo sin tener necesidad de escribir bien.

Los seres humanos somos seres sociales por excelencia, lo que significa que no pensamos ni actuamos aisladamente como individuos. Lo hacemos en respuesta a otros seres humanos. No solamente actuamos, sino que, interactuamos, así que “festejo con chelas”, a los que se animan a ser narcos para ganar mejor y a las putas que en vez de ejercitar su mente, ejercitan su lengua (sin importar la deplorable vida que llevan, total eso qué importa, ¡lo que importa es el dinero!)… y porque mucho he oído decir que “la ignorancia es dicha”.
(Salud Trafa, por nuestros mejores representantes locales y nacionales, nuestras putas y nuestros narcos).

miércoles, noviembre 22, 2006

Abolir... (Parte II)

Y más bla, bla, bla...
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Daniel, sonará un poco fuera de lugar lo que diré, pero si yo fuera presidenta de la RAE, establecería un criterio de diferenciación y estudiaría por igual el habla coloquial, el habla literaria, el habla técnica o científica, así como el habla de la capital de un país como el de la aldea o rincón más perdido, también lo que acabas de comentar sobre el ensayo de los anglosajones; aunque sé que una labor así resultaría muy ambiciosa y tampoco habría suficiente papel para meterlo todo en un solo diccionario, hahaha.

Continuamente nosotros escogemos una manera de expresarnos u otra en función de las circunstancias. Es un hecho. Empeñarse en que una de esas formas son incorrectas o sólo una teórica e ideal es la correcta, me parece un error que para nada tiene consideración con la realidad lingüística. Las jergas en cierto modo existen para eso, hay jergas creadas a propósito, otras simplemente surgen, por una especialización extrema del lenguaje dentro de un ámbito muy determinado y la mayoría de las veces, simplemente ocurre, sea por evolución no planificada, sea por practicidad, sea porque subyace la motivación de camuflar el lenguaje a colectivos ajenos.

Así, en ciertos barrios o registros marginales han surgido expresiones muy genuinas para referirse a realidades incómodas pero muy al día como "Marihuana (la Juana), la policía (los tombos)", etc. A veces estas expresiones son conocidas por individuos de fuera, que mantienen contactos ocasionales, o viven entre ambas realidades, y así terminan extendiéndose a un ámbito regional más amplio. Por un lado subsiste siempre la necesidad de comunicarse; esta misma necesidad puede tender, según las circunstancias, al hermetismo o separatismo, o a la aglutinación. Tú necesitas comunicarte con tu familia, con tu gente... pero también con los de fuera, a veces lo venido de fuera puede sobre lo venido de dentro, así lenguas impuestas, imperiales, estatales, etc., han prevalecido sobre lenguas locales, maternas, hogareñas, así el latín o el árabe pasó de ser lengua impuesta a ser lengua hablada, perdiéndose muchas otras lenguas que ya se hablaban, como el celta, el íbero, el etrusco, etc. El castellano mismo, en Perú, se convirtió en una lengua general en su momento, imponiéndose al quechua, al aymara o al el nahua, otras veces ocurre lo contrario, puede el sustrato local, familiar, propio, particular, al externo y general y que trata de imponerse; así también, a veces se mantiene la convivencia entre una lengua más pequeña y otra más grande o no llega a solidificarse la lengua grande y se mantienen las pequeñas.

La cuestión es... ¿está bien o está mal, que se impongan lenguas, con el pretexto de ser generales, sobre otras que ya había o que por el contrario se olviden lenguas más generales a cambio de que persistan las autóctonas. ¿Está bien o está mal que en muchos países africanos no se hayan solidificado el inglés o francés más que como meras lenguas administrativas o políticas, o en parte esto pasa en la india, en la que le ha cedido terreno a las grandes lenguas regionales y al indostaní.

Hay gente que se pasa toda la vida sin salir de sus regionalismos o localismos y encima creen que los de fuera tienen que entenderlos, por eso yo digo siempre, que culto no es el que olvida lo propio, porque en cuanto vuelvas a tu cotidianeidad, te va a hacer falta, sino el que es capaz de compaginar lo local con lo general, lo coloquial con lo formal o más elevado, lo habitual con el extrañamiento, el que sabe hablar de la manera más simple y llana o de la manera más florida y elocuente, ¡o técnica y específica!. Todo depende de los propósitos, de las circunstancias.
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Se dice en mi entorno:
- "Edik, amos a comer llopo".... (Edith, vamos a comer pollo)
- "Cómo ta uté"... (Cómo está usted)
- "Amos por un ronaldo" (Vamos por un ron)
- Este me gustaba más, hahaha: "errrro mucho" .... (te quiero mucho)

¿Abolir?

Bla, bla, bla...
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En medio de elecciones municipales y regionales en Perú, (cualquier comentario sobre política sería redundar, porque es bien sabido que unos pocos estamos sometidos a la dictadura de las mayorías) y con todo el trabajo que tengo, paso mucho tiempo en la computadora y muy pocas veces conectada al MSN y escribiendo algo para el blog casi nada (por no decir nada) y como probablemente el trabajo me durará hasta el fin de año, decidí postear algo rapidito, pa’ que sepan que sigo “alive and kiking”.

Estaba tan sumida en lo que estaba escribiendo (sobre mi trabajo), y supongo que les ha pasado también, que a fuerza de repetir muchas veces una palabra, ésta pierde sentido. Estaba escribiendo “abolir” y lo repetí muchas veces hasta que me pareció una palabra completamente extraña y fuera de sentido. Tuve que coger un diccionario y leer nuevamente el significado.

Pero me di cuenta de mi ignorancia para con esta palabra, haha, me parecía extraño no poder conjugar esa palabra en tiempo presente… y realmente no sabía cómo hacerlo. Le pregunté a mi hermana y tampoco pudo: ¿yo abolo? ¿yo abuelo?, me reí de mi ignorancia y tuve que leer más. Así, descubrí que el verbo “abolir”, está clasificado como defectivo, esto significa que no posee todas las formas verbales en su conjugación. A ver, según la teoría de que es defectivo, no existe por ejemplo "yo abolo/abuelo", tú "aboles/abueles", de hecho suena mal, o sea sólo existe "nosotros abolimos, vosotros abolís".

Considero una enorme riqueza además de una realidad el hecho de que dentro de un mismo código exista variedad y distintas formas de expresarse y decir un mismo concepto o una misma palabra, esas formas que crea cada grupo para entenderse entre si, esos códigos que cada región tiene, derivados de su lengua materna o de su argot; así que me atrevo a tener mis propias formas verbales, si así soy comprendida sin extrañamiento: yo abuelo, tú abueles, él abuele, nosotros abolimos, vosotros abolís, ellos abuelen; como si fuera un verbo diptongado como poder, oler, volar, soler.

Pienso que en toda lengua hay distintas variedades y registros, que dan diversidad al idioma. No es culto el que mejor emplea la variedad o registro de más prestigio en todo momento, sino el que, por el contrario, conoce una mayor cantidad de registros, códigos y variedades, siendo competente en cada uno de ellos y sabiendo discernir el momento más apropiado para emplearlos del lenguaje y de la lengua y no marginaría ninguno de ellos; trataría de describir y formalizar el mayor número de ellos, y establecer en qué ámbitos aparecen o son utilizados, y con qué propósitos, sin por ello, llegar a “una torre de babel”.

La lengua siempre va a tender a la diversidad; cada cultura es diferente y la diferencia no significa superioridad o inferioridad, sino, simplemente hace la “diferencia”.

domingo, noviembre 19, 2006

Yo, tú, él...

Y sigo hibernando...
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Bueno, hace ya algún tiempo que no me llama la atención escribir, pero sí quiero decir mucho… es sólo que estoy insuficiente. No sé cómo explicar muy bien esta falta de ánimos, aunque ganas sí tengo. Y ahora paso a resumir el motivo de mi "falta de ánimos para escribir". Hace tiempo conocí a un hombre genial, con el que estoy muy a gusto, y con el que no sé qué pasará. En un inicio era un simple gusto; hicimos un “contrato”, donde la única ley, era pasarla bien durante el tiempo que durara, pero ya hace un par de meses me ha empezado a quitar un poco el sueño. Digamos que estoy en esa etapa de "yo lo quiero”, ¿pero él a mí? no lo sé, y eso me hace pensar mucho. Y qué hago, ¿se lo digo?, ¿no se lo digo?, espero que sea él el quien dé señales, o que lo diga directamente.

Mis angustias empiezan cuando no me llama, y pienso que no le intereso, y cuando está pendiente de mí, pienso que le gusto y que quiere estar conmigo, ¡ays!, pero no sé qué pensar. Cada vez que me mira sonríe, cada vez que quiero un beso, me besa; ¿será que piensa lo mismo que yo, o será sólo un tic?...". He estado dedicándome mucho tiempo a pensar en que me quiere cuando hace algo y cuando deja de hacer cosas, pienso que no me quiere. He repartido mi tiempo entre el trabajo, los estudios y él. Así que como verás Daniel, Roberto, Adivinador… y otros amigos que me preguntan por qué no doy señales de vida… es precisamente porque estoy justo en el limbo, “viviendo sin vivir en mí” y esperando algo que no sé siquiera si llegará.

De hecho, falta poco para que él se vaya de Perú y todo esto quede en nada o cabe una pequeña posibilidad de que se quede y esto crezca. Después de leer este párrafo que acabo de escribir, empecé a pensar en cómo será la persona que me tocará para “pareja, cómplice, amigo, amante o … enamorado”, si tendrá mis mismas costumbres, si le gustará el mismo tipo de pelis que a mí, si llorará leyendo “La dama de las Camelias”, si le gustará la lluvia, si hoy comió ceviche como yo, si leerá una tira cómica de Mafalda todas las tardes después del almuerzo, si demorará una hora en ducharse, si le molestará el ruido y la gente que empuja al caminar, si será adicto al chocolate, si dormirá hacia el lado derecho, si se reirá con facilidad, si no le importará combinar su ropa, si le gustará la oscuridad, si peleará con los gatos y huirá de los perros, si tendrá la misma necesidad que yo de fumar un cigarrillo antes de dormir, si olvidará rápido a la gente ruidosa e hipócrita, si comerá papas fritas con las manos, si será retraído, pasional, enfermizo o miedoso, si le gustará la palta con arroz, si escuchará a Sabina o si tendrá un blog...

Por lo pronto… el hombre que me gusta, lee a Mafalda, escucha a Sabina y huye de los perros.