lunes, octubre 17, 2005

El amor desolado...

Yo puse el esfuerzo y él el desgano
yo el hondo silencio y él la palabra
yo senda y camino y él la distancia
yo puse los ojos y él la mirada.

Quise entre mis manos retener el agua
y sobre la arena levanté mi casa
me quedé sin manos, me quedé sin casa
fui raíz oscura y él tronco y rama.

Para que la cuenta del amor sumara
él puso el cuerpo, yo el cuerpo y el alma
era todo viento yo toda montaña
yo pura resina y él pura llama.

Una noche oscura se fue de mi casa
cegaron mis ojos para no mirarlo
para no seguirle cerré las ventanas
clausuré las puertas para no llamarlo.

Puse rosas negras sobre nuestra cama,
sobre su memoria puse rosas blancas
y a la luz difusa de la madrugada
me quité la vida para no matarlo.

Yo lo puse todo, vida cuerpo y alma.
Él, Dios lo sabe, nunca puso nada
nada, nada, nada.