MECENAS: Fomentó el desarrollo cultural de su tiempo al apoyar con su importante fortuna a Virgilio y Horacio, entre otros. El apoyo prestado a los artistas y literatos ha motivado que su nombre sea utilizado a lo largo de la Historia como promotor y protector de las artes y las letras.
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¿Feliz para siempre?, haha, hace rato que descarté esas palabras de mi diccionario personal: “Feliz” y “para siempre”, pero por el momento, estoy bien, me siento muy bien, aunque con el corazón estrujado porque me hace feliz que los sueños se hagan realidad.
Cuando era niña, yo no soñaba con príncipes azules que llegaban en sus caballos para dar un paseo por un verde prado, ni con hadas madrinas que llegaban a llenar la vida de colores y regalando vestidos de perlas; aún a pesar de mi edad, trataba de ser algo más racional o real u objetiva, no lo sé.
Uno de mis mayores sueños a los 10 años, era encontrar un "mecenas", pero un mecenas en su contexto, un mecenas como se describe al inicio de este post y no un “mecenas contemporáneo”, que de hecho, los hay, pero de "toma y dame" (que obviamente ya no podría llamárseles así). Esas personas que esperan algo a cambio y no necesariamente retroalimentación, sino, cosas más “carnales”. Soñaba con que algún día, viniera alguien y me dijera, ¿qué quieres estudiar y en dónde?... bueno pues, por amor a la cultura, ve y estudia.
Hace un par de semanas atrás, estaba yendo a la biblioteca de la Universidad, (miento, estaba yendo al centro de producción de néctar de la U) y estaba pasando por la biblioteca, cuando de pronto, alguien me chocó y lo que más detesto es que alguien me toque cuando camino. De hecho, solté una grosería: (caraj…), entonces, me di cuenta de que era una monja, pero vestida de civil. Pude notarlo cuando vi su crucecita en el pecho y obviamente la cara de indignación que puso cuando me escuchó.
Había escuchado antes, en la Universidad, que existían los servicios de consejería y que lo daban curas o monjas, lo sabía pero nunca le di importancia, de hecho, jamás usé ese servicio, pese a mi gran necesidad de ello. Muchas veces he necesitado un consejo y hasta una grosería en muchos otros, sobretodo por mi "irreverencia". Y bue… me vio y creo que se asustó con lo que dije, entonces me dijo: “sígueme a mi oficina. “, (un poquitin autoritaria para ser monja)
Todos los universitarios que estaban alrededor me miraban como a bicha rara -yo pensaba mientras iba tras ella, "que joda, seguro me va a sermonear dos horas"- ¿y si me escapo mientras está de espaldas?, ¿y si corro?, noooo, mucho roche... total, he soportado muchas horas hablar estupideces a los chicos, qué tan malo puede ser escuchar los “consejos” de esta monja.
Entramos a su oficina, me hizo sentar, pero ella en todo momento mantenía la cara de... de.... "no muerdo" y yo tenía cara de... "estoy arrepentida por la única grosería que dije en mi vida"
Comenzó a preguntarme tantas cosas, que en una de esas creí me iba a preguntar qué talla de brasier usaba o con cuántos chicos estuve. Es que todas eran preguntas personales y muy incisivas. Bueno, le conté todo y de hecho, pasamos a las preguntas académicas, ahí sí mentí un poquito. No le iba a contar que me jalé "Antropología jurídica por estar viendo el culo de mi profe que lo tenía bueno", hahaha, na, na, broncas personales con mi profe. Bueno, entonces, ella se paró y yo pensé que me jalaría la oreja o algo así e iba a decirme que rece 100 padres nuestros y me vaya en paz.
Pero ella dijo: "quiero que dejes de trabajar y te pongas a estudiar, porque este año terminas con todo y el siguiente año veremos la posibilidad de una beca para que hagas tu maestría en España".
Le miré y casi le digo: "esa burla es el peor castigo que alguien podría hacerme", no sabía qué decir, no sabía si se estaba burlando o no; pero me di cuenta de que lo decía en serio. Me quedé tan sorprendida, no podía creerlo. En esos momentos, se me vino a la memoria aquel sueño casi olvidado, esas noches antes de dormir, imaginaba mil carreras que estudiar, mil lugares a dónde ir… ya ni le prestaba atención, ella seguía hablando mientras yo con la mirada perdida estaba echando una miradita al pasado.
Luego me explicó de una cadena de favores que están haciendo y que ella correría con todos mis gastos para titularme y todo eso. Ni siquiera me atreví a preguntar ¿por qué yo? o ¿por qué a mi?, simplemente recibí “el milagro” con la mayor sonrisa que haya tenido antes.
Admito que nunca fui muy buena estudiante por dar paso a cosas que de hecho, también llenan mi vida, es sólo que, a veces pospongo cosas importantes por cosas “personales”. Nunca hice nada tan bueno para merecer todas las cosas buenas que llegan a mi vida. Vaaaamos, soy humana y como tal, tengo virtudes y defectos, aunque de lo primero, muy poco. Aún así, están sucediendo cosas inesperadas y deliciosas en mi vida.
Pero, lo que me alegra de todo esto, no es la oportunidad en sí, sino.... sino que mis sueños se hayan hecho realidad. Aún si la monja viniera mañana y me dijera, hasta aquí nomás o que no concluya todo esto, ya soy feliz porque el sueño mío de toda la vida se hizo realidad (aunque durara 1 día, 1 mes o 1 año). Se cumplió lo que durante mucho tiempo me quitó la atención y me hace tan bien. Como dije, suceda lo que suceda con este proyecto, estoy contentísima. ^_^