Sólo un "adios"...
Una frase que siempre he oído repetir a mucha gente “Carmencha, lucha por él”, hahaha siempre que la oí me causaba gracia, pues imaginaba desenvainar la espada y matar a las rivales… como en tiempos anteriores, si alguien quería a una mujer, se batía en duelo a muerte. Imaginaba contar 10 pasos y voltear a disparar, o aliarme con un bando para empezar una guerra… haha “lucha por él”. Creo que estos tiempos no están para frases como esa… o en todo caso, no tengo ni la menor idea de cómo se lucha por alguien. Lo cual me parece sumamente complicado y jodido y una de las cosas que me caracterizan es la cobardía y el mejor camino “para mi” es simplemente dejar pasar todo, rendirme de ante mano o mucho mejor, dejar que alguien “luche por mi”.
Al menor síntoma de duda, me rindo; al menor síntoma de problemas, huyo; al menor síntoma de desamor, olvido.
Repito la canción de Sabina, porque esa me hace sentir muy mal, por todo lo que significa para mí. Necesito oírla mientras quiero escribir lo que ahora necesito escribir. “… Ya se que no me amas ni yo a ti, para qué me lo vas a repetir. Las palabras no son más que un oscuro antifaz, una manera de disimular tu ansiedad…”
Hoy decidí poner un punto final a todo, no sé si hago bien o mal, no sé si quiero hacerlo o no, sólo sé que sentí un poco de duda y es mejor rendirme… es mejor ahora que duele un poco, porque después dolerá mucho más. (Qué cómoda y cobarde salida).
Buf… necesito repetir nuevamente la canción, “… Si quieres irte ahora, bajo a abrirte el portal, perdí ya tantas noches, una más qué mas da…”
En este momento estoy materializando un dolor interno. Esos dolores que bien podrían llamarse espirituales, dolores del alma, o como a muchos les gusta, “dolores del corazón”. ¡Vaya!, sí que duele. No sé dónde, no sé cómo, pero me está doliendo y mucho. Deberían inventar pastillas para ese tipo de dolores; una para el dolor del alma, otra para el dolor de corazón… tomarla y esperar 10 minutos para sentir mejoría… pero aún la ciencia no ha avanzado a ese nivel… así que (como decía Sabines), “me receto tiempo”, sí, me receto tiempo para aliviar esto que me está molestando mucho, esto que no me deja comer, esto que me impide dejar de prender un cigarro cuando aún no se ha acabado el otro, esto que me llena la mente y el cuerpo, esto que me impulsa a decir: “Al carajo el mundo entero”…
Espero curarme pronto y me receto tiempo, pero no soledad… me receto silencio, porque las mejores palabras de amor, están entre dos personas que no se dicen nada… me receto cigarrillos, me receto no verte, no saber más de ti. Y el remedio más fuerte… me receto el olvido.